
Aunque no siempre es un indicativo de enfermedad es bueno conocer algunas señales que nos pueden alertar tanto de cuestiones benignas como de dolencias importantes. El doctor Josep Maeso, jefe del servicio de ORL del Hospital Sanitas CIMA nos explica algunas de las más llamativas.
DESCARGA GRATIS EL LIBRO "SECRETOS MASCULINOS"1. Una lengua muy grande
Se conoce como macroglosia y lejos de ser una enfermedad, sí puede generar molestias en el momento de hablar o masticar.
2. Presentar surcos profundos en la superficie lingual
Se trata de la lengua escrotal y aunque no genera ningún molestia, sí exige un cuidado especial en la higiene bucal para que no queden restos de alimentos que pueden provocar mal aliento.
“Muchas irregularidades del margen lingual se deben a la impronta de piezas dentales, por apretar la lengua contra los dientes, sin darnos cuenta. Provoca un aspecto irregular del margen, y puede ocasionar dolor persistente”, asegura Maeso.
3. Un aspecto negruzco del dorso lingual
No te asustes porque no supone ninguna enfermedad. Es conocida como lengua pilosa negra y se debe a un alargamiento de las papilas gustativas del dorso de la lengua que se tiñen de negro. Los causantes suelen ser el tabaco y la sequedad de la mucosa.
4. Una capa blanca sobre el dorso lingual
Está compuesta por células muertas descamadas, restos de alimentos y gérmenes de la flora normal de la boca. Se conoce como lengua saburral y entre sus causas están la falta de higiene bucal, las enfermedades que cursan con fiebre, los problemas digestivos –gastritis o el reflujo–, así como los problemas dentales o gingivales. Todos ellos sin mayor relevancia. No obstante, también puede asociarse a infecciones por hongos, reacciones a medicamentos o tóxicos –como el plomo– o a enfermedades de transmisión sexual.

5. Irritación
Dentro de las alteraciones es la más frecuente. Se conoce como glositis y provocará que la lengua presente un tono rojo intenso y que la persona experimente una sensación de quemazón. Esta irritación podrá ser más o menos aguda y puede obedecer a diferentes causas:
–Cepillarse la lengua con el cepillo de dientes con demasiada fuerza. A veces en nuestro afán por tener una salud bucodental ‘diez’, nos pasamos. Según Maeso, se trata de un concepto erróneo de higiene, ya que la mucosa de la lengua tiene un ritmo de renovación extremadamente alto. Si la erosionamos de forma exagerada, no puede renovarse a un ritmo normal y aparecerá una irritación junto a un aspecto de superficie roja y lisa.
–Inflamación a causa de una alergia. Puede estar provocada por los dentífricos o enjuagues orales, la falta de hierro o algunas vitaminas –como la B12 o ácido fólico–, el alcohol, el tabaco, la sequedad de mucosa o infecciones locales (con frecuencia por hongos tras algunos tratamientos antibióticos). También puede producirse después de tratamientos con quimioterápicos o después de radioterapia.
6. Enrojecimiento importante lingual o «lengua de frutilla»
Suele darse junto con fiebre alta y se asocia a la escarlatina. Otra causa poco frecuente de lengua de fresa es el síndrome de Kawasaki, una vasculitis de causa desconocida que afecta a pequeños y medianos vasos, con fiebre alta y edemas en brazos, piernas y enrojecimiento de palmas de manos y plantas de los pies. Suele ser más frecuente en niños.